Como cada lunes, la Escuela de Cultura Artística Claudio Arrau León se desplazó hasta un establecimiento educacional municipalizado, a fin de compartir sus diversas disciplinas.
Hoy el compromiso fue en la Escuela José María Caro (F-245), hasta donde llegó el profesor de guitarra funcional Mario Torres, quien compartió sus conocimientos con alumnos de octavo básico y kínder, en compañía de sus profesores y educadoras de párvulos a cargo.
Con esto, el principal semillero artístico de la ciudad incentiva día a día a nuevos talentos, entre los que la distancia ya no es excusa para incursionar en disciplinas extraescolares.
Su director, Juan Pablo Garrido, asume esta misión con enorme entusiasmo, a la par con el desempeño eficiente y comprometido que detecta entre los artistas pedagogos que trabajan bajo su alero.
“Tenemos calendarizado todo el año, cada lunes nos trasladamos hasta una escuela previamente coordinada, a fin de que esos niños interesados puedan despertar sus talentos. Los miércoles hacemos lo mismo, pero con teatro. Ellos lo reciben muy bien, porque era su gran anhelo. Antes nos veían como una escuela lejana”, sostuvo el director.
En la actividad, el docente Torres constató que la mayoría de los alumnos que recibió este acercamiento a las cuerdas, nunca ha desarrollado una disciplina paralela a la estrictamente académica. Por lo mismo, fue todavía mayor el desafío que marcó esta jornada para el grupo de estudiantes que superó la veintena.