En Ñuble: Potencian el oficio de la cestería en pita gracias a proyecto Fondart

Muchas artesanías con el avance de la cultura contemporánea se han quedado en el olvido en la Región de Ñuble. Sin embargo, un equipo de artesanos y profesionales del ámbito cultural trabaja desde el 2019 por la reactivación y difusión de este arte en distintas comunas, gracias a la adjudicación de financiamiento del Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes, Fondart.
El proyecto Fondart “Experiencias de cestería, desarrollo de formadoras y traspaso de técnicas de tejido” impulsado por la artesana Natalia Vásquez, es una iniciativa cultural por medio de la cual junto a artesanos/as, aprendices y organizaciones buscan dar continuidad al trabajo por la reactivación del oficio de la cestería en pita en la zona. En el marco de su implementación, entre los meses de abril y mayo, se realizaron una serie de talleres presenciales en Coelemu, Chillán y San Ignacio (Provincia de Diguillín), en los que se enseñó la confección de objetos utilitarios y decorativos como, un canasto, posavasos, carpetas, un pajarito, una flor y un nido, tejidos solo con hilos de pita. “Postulamos a esta línea para financiar actividades de transferencia de conocimientos entre artesanos/a en Pita y comunidades, puesto que, desde nuestra perspectiva esto aporta en los ámbitos de la Cestería artesanal, la transmisión de la cultura tradicional, y, al desarrollo de la economía creativa”, explicó Natalia Vásquez, con respecto a la idea de continuar creando proyectos orientados en motivar la creación de artesanías con las distintas técnicas del tejido con pita.
En este mismo sentido, la fortaleza de la experiencia “radica en el trabajo enfocado en facilitar actividades para la transmisión de los saberes tradicionales en relación al tejido con pita, por artesanos y artesanas que lo practican como parte de su actividad creativa y cultural”, destacó Natalia, quien además señaló que, fomentar la vinculación entre artesanos y la comunidad ñublense, es uno de los objetivos relevantes “ya que como equipo de trabajo creemos que de esta manera es posible avanzar en la formación de nuevos mediadores del oficio, lo que incidirá en la salvaguarda del patrimonio cultural inmaterial de este territorio”.
Oriana Reyes, profesora de filosofía y activista ambiental de San Ignacio, participa desde el 2020 en los talleres virtuales de traspaso de las técnicas de tejido, en donde se aproximó a este saber, conociendo y practicando la técnica de la aduja, ya que antes “solo conocía la pita por el uso que se le daba en el campo para amarrar sacos y ese tipo de cosas, y me interesó mucho el tema de la fibra natural porque estoy enamorada de las pilguas”. Aunque esta técnica fue difícil lograr por Oriana, producto de la presión que realizan las manos al tejer, ella relata que comenzó a buscar una forma para evitar el esfuerzo de las manos y, “así nació una nueva técnica, identificada por Natalia, y que se llama ‘nido de pajarito’ porque imita la forma en que los pájaros juntan sus fibras para poder hacer los nidos”, compartió Oriana con respecto a la técnica que enseñó en los talleres presenciales del proyecto, desarrollados en San Ignacio.
A la ejecución de la iniciativa, desde julio a septiembre le siguen los talleres remotos, en los que la comunidad puede participar escribiendo un mensaje a las redes sociales del proyecto (Artesanía en Pita Phormium tenax). En esta línea se considera la realización de cuatro talleres para distintos niveles de elaboración de objetos, separados por nivel de dificultad y técnicas, y un taller dirigido a formadoras/es del oficio, es decir, personas que ya enseñan y se desempeñan en escuelas o como monitoras/es de talleres laborales y en centros culturales.
Además de estas actividades enfocadas en difundir las técnicas de tejido, el equipo trabaja de manera simultánea en la actualización de un tutorial audiovisual de cinco capítulos, que apuntan a traspasar conocimientos sobre lo más básico del tejido hasta la técnica de la aduja con volumen, lo que permitirá que cualquier persona logre confeccionar un pocillo con su tapa, asas y manillas, y una campana decorativa, solo revisando los videos. Según lo explicado por María Victoria Hernández, comunicadora audiovisual e integrante del equipo del proyecto, el material es similar a la dinámica que se genera en un taller virtual, y en sus palabras “es una gran oportunidad, debido a que durante la pandemia cuando realizamos los primeros talleres remotos, nos dimos cuenta que las personas pueden aprender de esta forma. La idea de hacer nuevamente estos tutoriales es mejorar la versión anterior en donde solo se grabó con cámaras de teléfonos, y ponerlos a disposición de las personas interesadas en aprender a tejer con pita”, señaló.
Cabe destacar que la apuesta desplegada junto a la comunidad, se sostiene en las exploraciones y trabajo de proyectos anteriores realizados en torno al oficio de la cestería con pita, principalmente recopilando y visibilizando la historia, técnicas de tejido y artesanías de artesanos y artesanas de San Ignacio, Coelemu, Cobquecura, Tomé y Quinchamalí. Con lo que, primeramente, han logrado generar acciones de revalorización con respecto al uso de la fibra natural, más allá del uso práctico que ha ocupado en el mundo rural de Chile, y, por otra parte, formar a mediadores locales para que puedan continuar traspasando el oficio en su comunidad, ya sea mediante la realización de talleres o en la creación de diversos objetos con este material y técnica. De esta manera quienes deseen conocer de cerca las artesanías de pita, pueden visitar hasta el 25 de junio la exposición ‘Canasto tenaz’ en la Sala Mapa Gam, Espacio Mapa Experimental, en la ciudad de Santiago, en donde encontrarán artesanías de 12 artesanos que han tenido participación en la trayectoria de esta idea que busca revitalizar el oficio de la cestería con la fibra natural pita.

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Por Ana Castro Muñoz, Periodista

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