Eran pasadas las 19:00 hrs. del viernes 18 de octubre de 2019 cuando se abría la puerta de acceso al patio aledaño a la “Sala Menor“, nuevo espacio de exhibición ubicado en la parte posterior del Templo San Francisco de Chillán.
La sala fue habilitada gracias al apoyo y trabajo de la Unidad de Patrimonio, la subvención de la Municipalidad de Chillán y una atractiva donación de la oficina de arquitectos Azócar Catrón, de Concepción.
En 1585 se inició la presencia de la Orden Franciscana en Chillán, cuyo templo se comenzó a construir el año 1907, obra del arquitecto italiano Eduardo Provasolim que consideraba una gran cúpula central finalizada el año 1937. Solo dos años después, ésta cúpula literalmente, terminó en el suelo mientras el templo sufría diversos daños pero sobreviviendo al terremoto de 1939 que azotó a Chillán.
Durante la ceremonia de inauguración, el Fraile Felipe Márquez agradeció el apoyo recibido para concretar esta sala y comenzar con la habilitación de diferentes espacios del Museo San Francisco, labor que ha contado con la importante labor de la Corporación Patrimonio Franciscano de Chillán.
Esta “Sala Menor” obedece su nombre a que los Franciscanos en realidad se llaman Hermanos Menores, quienes dentro de sus quehaceres está el proteger y resguardar la historia y la riqueza del pueblo chillanejo y gran parte de la historia del país.
Luego se procedió al corte de cinta que permitió acceder a la “Sala Menor”, un espacio que tiene como primera exhibición el álbum “Provincia de Ñuble. Chile en la Exposición Iberoamericana de Sevilla” de 1929.
Dicho álbum, protegido por una estructura transparente, se ubica al centro de una estructura de madera, denominada “Sala de Fragmentos” que corresponde a la donación de la oficina de arquitectos Azócar Catrón. Se trata de un cilindro abierto conformado por trozos de madera enlazados, tipo andamio, en cuyo interior, además de álbum original, se alberga una pantalla que permite conocer las diferentes páginas del texto, que incluye, por ejemplo, trabajos fotográficos de Dario Brunet (La Cueca), Heffer (El Manto, una composición con rostros de mujeres usando manto) y una poco habitual fotografía de Claudio Arrau, trabajo de Becker & Maass.
Al finalizar la ceremonia, se proyectaron en el muro exterior fotografías del periodo de construcción del templo y otras más actuales, aplicándoles diversos colores y efectos de movimiento.
Podemos decir que esta nueva sala cuenta con interesantes características: Es fruto del trabajo mancomunado de los frailes, la comunidad y el municipio. Es un nuevo espacio para difusión de diferentes expresiones artísticas y además se ubica en un edificio que en sí ya cuenta con un gran valor patrimonial.
Sin duda, la “Sala Menor” en un avance mayor para favorecer la difusión de las artes y, ojalá en un futuro cercano, para conocer los innumerables tesoros que alberga la Orden Franciscana sobre la historia de nuestra ciudad.
Chillán, viernes 18 de octubre de 2019
Por: Richard Pincheira Aedo
Director ChillanActivo
