Atrás están quedando las cicatrices que dejó el terremoto de 2010 en la Iglesia San Francisco. Las obras de pintura interior del templo, que actualmente se realizan, disimularán las reparaciones estructurales que recibió tras los daños sufridos hace 8 años.
Son 6200 metros cuadrados que están siendo hermoseados para que el inmueble de conservación histórica de Chillán vuelva a brillar. “Este ha sido un trabajo de largo aliento y estamos muy agradecidos por el apoyo de la comunidad chillaneja en cada una de las campañas de recolección de fondos que hemos realizado”, expresó el sacerdote franciscano, Sergio Villalobos.
Campaña solidaria
La pintura fue donada por un vecino que prefiere mantenerse en el anonimato y los 30 millones de pesos para la mano de obra se han reunido a través de aportes de los feligreses, colectas públicas y subvención municipal. Trabajo que ha sido liderado por la Asociación de Amigos del Patrimonio Franciscano y la Unidad de Patrimonio (UPA) de la ciudad.
“Este es un ejemplo de recuperación de nuestro patrimonio, donde la comunidad se ha comprometido y no sólo es el Estado el que ha financiado una restauración”, enfatizó la profesional de la UPA, Pamela Conejeros.
Trabajos en altura
La mayor complejidad de los trabajos ha sido la altura del templo, es por ello que desde la próxima semana se sumarán equipos mecanizados. “La zona más alta de la iglesia tiene 27 metros y por ello utilizaremos un brazo articulado, el que será operado por una persona especializada, lo que nos permitirá minimizar los riesgos del equipo de trabajo”, explicó el ingeniero constructor de la empresa Sheerpas, Pablo Sepúlveda.
Las obras deberán estar terminadas la primera quincena de abril. Una vez concluidas las etapas de terminaciones del templo, se comenzará a desarrollar los proyectos para volver a habilitar los espacios del museo y biblioteca franciscanos.