A 31 años de la tragedia de Chernobyl ¿Energía Nuclear? No, gracias

A 31 años de la tragedia de Chernobyl
A 31 años de la tragedia de Chernobyl

Por: Greenpeace Chile

En la mañana del 26 de abril de 1986 el peor accidente de la historia nuclear civil ocurrió con el reactor Nº4 de la central nuclear de Chernobyl, en la actual Ucrania. Las consecuencias de ese evento afectaron a toda Europa y aún hoy, a 31 años, se mantienen de manera temeraria ya que se estima que unas cinco millones de personas aún viven en las zonas contaminadas con radiación.

La tragedia ocurrió en 1986 y, hasta el día de hoy, los niños ucranianos tienen que desplazarse a zonas no contaminadas por lo menos un mes al año para permitir al organismo deshacerse de parte de la radiación acumulada a través del consumo de alimentos cotidianos como la leche y carne. La cantidad de radiación liberada por la explosión de la central nuclear de Chernobyl ​fue aproximadamente 200 veces mayor que la liberación combinada de radiación de las bombas atómicas caídas en Nagasaki e Hiroshima durante la Segunda Guerra Mundial y la lluvia radiactiva cayó tan lejos que llegó a Irlanda.

Para Matías Asun, director nacional de Greenpeace en Chile, lo que pasó en Chernobyl es una advertencia para Chile y su futuro energético: “En Chile, pese a la evidencia internacional en contra, existe un grupo minoritario que todavía avalúa la opción de instalar la opción nuclear en nuestro país. Pero lo que pasó en Chernobyl deja en claro que la opción nuclear nunca debe instalarse en nuestro país. Nadie en su sano juicio podría promover hoy la energía nuclear como alternativa válida para Chile”.

Según los informes oficiales, cerca de 8.400.000 personas en Bielorrusia, Ucrania y Rusia (un número mayor a la población de Austria) estuvieron expuestas a la radiación. Cerca de 150.000 kilómetros cuadrados de territorios de los tres países quedaron contaminados (lo que equivale a la mitad de Italia). Zonas agrícolas que abarcaban cerca de 52.000 kilómetros cuadrados (una extensión mayor que el tamaño de Dinamarca) fueron contaminadas.

Pripyat, ciudad icono de la tragedia, permanecerá abandonad​a por miles de años. De hecho, y dado el alto nivel de radiación por plutonio, se estima que se necesitan unos ​24.000 años para reducir sólo la mitad de su intensidad.

En un esfuerzo de años en la zona cero del accidente, ahora un enorme sarcófago (una estructura más alta que la Estatua de la Libertad y más grande que el estadio de Wembley de Londres) se encargará de encerrar los residuos nucleares más peligrosos del planeta por unos 100 años.

Fuente: Greenpeace.org

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