Exponen “Las Arpilleras del Museo de la Memoria” en Chillán

Exponen "Las Arpilleras del Museo de la Memoria" en Chillán
Exponen “Las Arpilleras del Museo de la Memoria” en Chillán

Una nutrida agenda de exposiciones ha conformado el quehacer de la Sala Marta Colvin del Centro de Extensión de la Universidad del Bío-Bío en Chillán.
Desde el 22 de agosto y hasta el 05 de septiembre de 2017 se exhibe una selección de las Arpilleras del Museo de la Memoria.
La muestra está conformada por 22 trabajos realizados entre los años 1975 y 1980 por mujeres familiares de Detenidos Desaparecidos bajo el alero de la Vicaría de la Solidaridad.
Las arpilleras bordadas remiten a una labor realizada en América Latina, principalmente en Chile y Perú, donde cientos de mujeres hicieron uso de este material, hecho de estepa, de aspecto áspero y grueso, y empleado para la fabricación de sacos. Un material poco noble quizás, pero en cuya superficie se ha dado vida a valiosas historias y emotivos testimonios.
En Chile, sabemos que desde 1958 la folklorista Violeta Parra habría iniciado la técnica de bordar sobre arpilleras cuando quedó en cama por largo tiempo producto de una hepatitis: “Tanto tiempo no podía quedarme sin hacer nada. Un día vi lana y un pedazo de tela y me puse a hacer cualquier cosa.” Con un estilo naif, un uso expresivo del color y la línea orgánica, representó figuras humanas, animales, escenas costumbristas y otros ambientes más ilusorios.

Exponen "Las Arpilleras del Museo de la Memoria" en Chillán
Exponen “Las Arpilleras del Museo de la Memoria” en Chillán

En los ’70, durante el régimen militar, nace con apoyo y gestión del Comité Para la Paz en Chile, y luego de la Vicaría de la Solidaridad, el primer taller de arpilleras en Santiago. La agitación de aquellos años hizo que muchas mujeres se acercaran a estos centros buscando ayuda y protección tras el encarcelamiento y la desaparición de sus familiares. Se les ofreció un refugio, un lugar donde pudieran compartir sus experiencias conjuntas con otras mujeres. Experiencias que prontamente se plasmarían en los retazos de género que les fueron proporcionados con el fin de que desarrollaran un trabajo productivo que les permitiera mantenerse ocupadas y olvidar por momentos el sufrimiento, y obtener también algo de dinero para sus familias; una labor, diríamos, de sobrevivencia emocional y económica. Pero la relación tan estrecha que se forjaría entre la mujer y elementos tan simples como la aguja, la lana, algunos retazos tela y una arpillera, pronto haría que toda esa experiencia, los acontecimientos, los sentimientos de esas mujeres se volcaran hacia su obra. Sin procurarlo, la arpillera se convirtió en la vía donde ellas podían contar los hechos tal como los estaban viviendo. Un medio de expresión a ese dolor contenido y silenciado (fuente: santiagocultura.cl).

Manos a la obra
Como parte de la exposición “Las Arpilleras del Museo de la Memoria”, en el mismo recinto de exhibición está dispuesta una arpillera para que sea confeccionada por quienes visitan la muestra.
Están disponibles retazos de géneros (puede llevar el suyo), agujas y lanas, para que entre diferentes personas, conformemos una arpillera comunitaria que recogerá el trabajo de quienes asuman esta invitación.

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